Una interrupción a mi puerta. Ser no-nice. No sé por qué me molesta, pero a la vez no me interesa para nada resolver. Supongo que cuando se hacen méritos se llega a estimar más. Quizás creo que sobrepasaron mi límite de necesidad. No me gusta que nadie me mandonee ni sermonee. A mi madre se lo acepto, porque es mi madre, aunque de todas maneras no me gusta, pero a ella la perdono.
No sé, un rechazo casi innato. Suck.
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