Todo este tiempo, haciéndome sentir segura. Insistiendo en que todo el dominio estaba en mí, cuando en realidad eras tú quien iba a dejarme.
Siempre es así, te nublas en tu propio sentir, esos sentimientos en tu corazón te hacen dibujar un mundo hermoso al otro lado del gris. El amor te pone ciega, y en eso estás cuando de tropiezas y tu pecho choca contra la única piedra sobresaliente en la acera, que estaba ahí al parecer para golpear de pleno y partir ese corazón que te estaba intoxicando en esa extraña ebriedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario