domingo, julio 29

Me gustaría que me dejaran sola y así poder volar y dejar de ser una existencia que estorbe todas las aspiraciones que tienen. Soy muy egoísta, pero me genera tanta culpa y me destroza pensar que les haría daño verme desaparecer, que no lo hago y me quedo, y permanezco, y sigo. Que llegue una bomba y me acabe/nos mejor.

martes, junio 19

Tengo este pequeño problema. Sí.
En realidad tengo muchos problemas, yo estaba pensando  en el más importante cuando noté el problema real de estar sentada acá dirigiendo estas palabras a un alguien, lo más probable, inexistente. Pero no me ocuparé del devenir existencialista de a quién le escribo cuando desempolvo este rincón abandonado de blogk, ese no es el problema ahora o sino mi pequeño escape REALMENTE será todo un laberinto de vuelta.

Quizás simplemente he venido saludar, nuevamente, a aquel forajido lector o no-lector, en un momento en que precisamente no tengo el tiempo real de hacerlo. Me lo estoy inventando todo.

Me invento esta necesidad de vaciar acá mi DE SES PE RA CIÓN ÓN ÓN
Les voy a contar esta historia...

Tengo el típico trabajo, ensayo, el corta-tetas, el limbo sin cruzar hacia el éxito. Obviamente el trabajo está fijado desde más o menos siempre, y aquí estoy yo, tendré unas 18 horas para hacerlo, y pongámosle que me pone de lo más mañosa dormir poco y no, acá estoy. A ver, ¿soy yo mi propio problema? Qué no sé qué carajo que no, no puedo terminar. Sigo teniendo esa idea de que en un rato más mi mente y mis manitos confluirán en una armoniosa canción ensayal y mi trabajito quedará terminado. Así. 

Como siempre me quedé acá esperando el momento indicado del cosmos que facilitara la elaboración de este, y luego de dedicar mi tiempo a unas pocas, pero molestas tareas domésticas (sí, estoy indispuesta y quiero que me den tecito todo el día y nada más, ni moverme) y acá estoy. Buscando mi excusa final de estar haciendo otra cosa. Así me di cuenta hace un rato de que el momento estelar jamás llegaría y a toda mi infelicidad le sumo esa desesperación interna que me nubla más la mente de que no lo lograré.

Ya, manos a la obra, y a menos que deje de perturbarme el desorden del dormitorio, creo que esta fue mi última distracción antes de entregarme en cuerpo y manos a mi labor. Ciao.

lunes, mayo 14

He vuelto.

Siento que mi mundo se puso de cabeza y giró hacia atrás y hacia adelante ¡otra vez!

Esta vez no me gusta tanto el rosado, nuevamente, prefiero el azul, cuando la vida es más amarilla y naranja, (sol, hambre, comida, calor, felicidad), pero tiendo a mezclarla con tonalidades frías porque me muevo y pienso a partir de los contrastes.

(Welcome back)

Un dato curioso, que me trajo a publicar nuevamente, porque el primer paso es siempre difícil, el abandonado blogger aparte de tirarme códigos de error, me insiste constantemente en que demuestre que no soy un robot. 

"Demuestra que no eres un robot".

Muchas veces me siento acosada porque la sociedad, la gente, la gente más tonta, la gente querida, me pide que le demuestre ciertas cosas; que soy mujer, que soy real, que soy la mujer de su vida, que no soy un camión, que soy heterosexual, que soy homosexual, que soy estudiante, que soy feliz, que no estamos muertos, que no soy anoréxica (solo flaquita), que a Diosito lo quiero mucho... Nunca antes me habían pedido que demostrara que no soy un robot. Hay que admitir que da miedo, porque quizás siempre fui un robot con conciencia y ahora recién me enteré, debo seguir ciertos patrones y demostrar lo contrario. El problema es que siempre que me encuentro ante un captcha mis ojos desenfocan, mis dedos no responden, y no acierto los códigos (ErrorbX-48mfyfprrrobotprr) 

Así que he aquí una nueva hipótesis sobre mi vida: debo ser uno de los robots más modernos fabricados por los japoneses, después de Stephen Howking y quizás cuantos más. Estamos entre ustedes.