miércoles, julio 20

Un gato en el zapato.

Esto lo escribí el día 3 de Abril del 2011, un día después de mi Feliz Cumpleaños, lo encontré ayer, no lo leí, no lo revisé. Mi blog lo encontré hoy. Hola.

Y dice más o menos así :


A veces quisiera tener una vida, pero como la vida que siempre quiero y que no tengo y no hay modo de que pueda cumplirlo.

Me imagino haciendo todas esas cosas que impulsivamente he querido hacer y que he dejado de lado, desde unirme a la comunidad de la iglesia del barrio de al lado, a hacer piruetas en una plaza, de meterme a los scout por una semana, de practicar volleyball, running, meterme con las olas hasta el cuello en una playa, de escapar por la ventana, ir al cerro de Machalí a tomar un vino barato, salir en las miles de fotos que me perdí con mis compañeros, usar el polerón que nos hicimos en cuarto medio, amanecer escuchando a Los Tres un año nuevo, ir a la fiesta de moda, conocer el mundo alto que ni me asusta ni avergüenza, leer Rayuela hasta el final alguna vez, tomar un bus a donde quiera y allá decidir si me quedo un día, o dos o menos, poder comprarme una pipa de agua, dejar que mi familia lea mis comentarios sobre el mundo, expresar el montón de tonteras que pienso, enamorarme un millon de veces, regodearme en escoger, pensar menos en la opinión del resto, gastar el dinero sin sentir que tengo que dar cuenta, poder trabajar en el lugar que sea, y caminar libremente después de las noches, leer en una esquina sin haber tenido que pedir permiso, de pronto decidir que es mejor caminar sin rumbo por Ñuñoa, tomar dos pantalones y unas cuantas poleras con una manta y marcharme, poder estar un domingo con caña en cama sin sentir la presión de tener que levantarme y pretender que el mundo no me da vueltas, andar con poca ropa por las playas, besar a un chico, a otro, a una chica, adoptar otro gato, tirarme en bungee, tirarme en paracaídas, ir a descubrir que hay al otro lado del río, hacer tantas tonteras en una noche que pueda culpar al alcohol, tatuarme el cuerpo, pintarme el pelo, dejarlo corto, dejarlo largo, un piercing en la lengua, en la nariz, en la oreja, sacármelo, ser gótica y después pokemona, andar descalza, vestirme mal, vestirme bien, vestirme barato y ser exquisita, visitar a mi ex novio y aventurarme a dejar de vernos otra vez, escuchar más fuerte, encerrarme en la pieza, dormir días enteros, llorar de aburrimiento, y un día decirle a todos que tal vez me paso por la raja lo que quieran decir, incluso hacer parkour, lucha libre, por un mes o dos, rayar las paredes, tirarme en el pasto a fumar y contar nubes y de pronto notar que las nubes son estrellas, y decirle a mi amigo que me gusta tanto que me gusta tanto y que me gustaria gustarle a él porque soy una buena mujer para estar, y que podría gustarle, que soy atenta, lo haría reir y feliz si me quisiera, y que aparte mi mamá le quiere. Quisiera que cierto santiaguino me gustara más porque estoy convencida de que el ve algo diferente y especial en mí, en vez de creer todo el tiempo que por encima tal vez me miente.

Son todas cosas que quiero hacer, no mucho ni muchas veces, tal vez un tiempo, quizás solo una vez, cosas de las que pronto me arrepentiré o instantáneamente, pero me encanta equivocarme después de hacer ciertas cosas, pero haberlas hecho, y hacer muchas cosas. Me gusta el poder de las decisiones, el poder escoger solo valiéndome de mis propias conclusiones, que son malas y lo sé, pero me gustan esos millones de recuerdos y estupideces, reirme mucho de mí misma, mentirle a la gente y hacerlos reir mientras se creen que soy de cierta manera que tal vez no, que me imaginen de otros modos, ¿y qué? Si quise hacer cosas que ya no quiero, si hice cosas de las que me arrepiento, si te di falsas ideas, esperanzas, si mentí y me escapé, si quise decir cosas que me callé, si terminé y quise volver pero el orgullo y la imagen superó mis anhelos. No me arrepiento de las veces que mentí, de las cosas que no me autorizaron, de las que me recriminaron, ni me siento mal por sentirme diferente, ni que no me entiendan, y estén en mi contra. Me gusta mi vida, porque en el presente vivo y escribo y no tengo solo un pasado o un solo futuro que espero, sino que estoy llena del presente, y de los presentes pasados y de los presentes que vendrán.

Todo lo que pienso es idiota, y cuando lo releo entiendo poco, y bien. Así no más va a terminar porque no se me ocurre como cerrar si ya ni recuerdo lo que escribí sobre esta no conclusión.

2 comentarios:

  1. :) jesu! tantos años! me gustó lo que escribiste, es muy honesto, aunque a veces sentí, en muchas partes del texto que en realidad habías hecho muchas de esas cosas. No sé, es mi impresión. Ojalá que sea así, yo siempre te vi haciendo todas estas cosas, no hablo de te imaginé, sino que te vi. Fui testigo de lo que crees que nos has hecho y te gustaría, quizá te hace falta verte un poco. Métete a un reality!!!
    jaja.
    Un abrazo jesu, te extraño siempre en la u.

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  2. No las hice, es como mi océano de frustraciones, quizás después ya no me importen. Quizás si las olvido ya no esté tan frustrada. Te quiero, pero analfabeta del mundo. Volvería a la u solo por regalarte piruetas en tu cumpleaños :)

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